El Giro de Italia está demostrando una falta absoluta de control para evitar que los contagios se extiendan en la carrera. Las dudas sobre la llamada 'burbuja' han quedado totalmente despejados, no sólo por los sucesivos positivos de coronavirus entre los competidores o los equipos, sino ahora también entre los miembros de seguridad de la prueba. Ya es una realidad: la burbuja ha estallado.

Brote de coronavirus en el Giro: dos ciclistas y seis miembros de personal dan positivo en un solo día

Este jueves a primera hora, antes de la 12ª etapa de la ronda italiana, la organización ha anunciado que 17 policías que acompañan a la carrera han resultado contagiados de Covid-19, por lo que tendrán que salir inmediatamente y ponerse en la preceptiva cuarentena.

Según ha informado Quique Iglesias, de Cope, el temor a que el contagio ya sea masivo y el Giro se haya convertido en un foco de rebrote de la enfermedad es total. Tanto es así, que a lo largo de la jornada y antes de tomar la salida de la etapa bucle en Cesenatico, la localidad natal del legendario Marco Pantani, se van a someter a test de urgencia a todos.

Esta edición del Giro está encontrándose más polémicas que nunca. En la 11ª etapa, un motorista tiró a Elia Viviani en plena carrera y ha sido expulsado inmediatamente, en una jornada en la que también las palabras de Jakob Fulsang hacia Sicilia han generado un gran enfado entre los ciclistas italianos.

El corredor del Astana aseguró en su blog que "alrededor de Palermo está sucio y hay basura por todos lados" y que "como dicen los italianos del norte, todo lo que está por debajo de Florencia es África". "Hay que preguntarse por qué no se ha construido ningún puente entre Sicilia y el resto de Italia. Quizás la mafia no haya estado interesada", señaló sobre la isla de la que es originario Vincenzo Nibali.